Familia Tinal Chi: 25 años preparando pibipollos y cochinita en Candelaria

Con 25 años en el oficio, Marcelo Tinal Tamay se ha convertido en “el rey de la cochinita pibil y del pibipollo” del municipio, pues durante más de dos décadas la familia Tinal Chi se ha dedicado a la preparación y comercialización de estos platillos típicos de la región, que son majar para candelarenses.

Sobre la herencia de este saber culinario, su principal fuente de ingresos, “El amigo Tinal”, como se le conoce, destacó que la receta la heredó de sus padres originarios de Umán, Yucatán.

Contó que al quedar desempleado y ante la necesidad de mantener a su familia, tomó la decisión de vender cochinita pibil y pibipollos, aunque expresó que como toda actividad el comienzo fue difícil, incluso relató un pasaje desafortunado cuando debido a la falta de experiencia se quemaron ambos guisos al no saber medir el tiempo de cocción en el horno de tierra.

“El amigo Tinal” comenta que al paso de los años ganó pericia en el proceso de elaboración y sazón, con lo que comenzó a ubicarse en el gusto de la gente, lo cual consideró que son los principales factores para estar dentro del competido negocio.

Secreto

Al cuestionarlo sobre cuál es el secreto que lo ha llevado al éxito con su receta, respondió humildemente que el amor y la dedicación con la cual su familia realiza la preparación es lo que ha logrado crear un estilo y sabor único, pues reconoció que en estos 25 años ha tenido competencia, la cual lamentablemente después de un determinado tiempo se da por vencida y abandona la actividad.

Detalló que gracias a la bendición de Dios su quehacer es su principal generador de recursos, con lo cual ha logrado darle estudios a sus hijos, pues cuenta con dos hijos profesionistas pero que también siguen sus pasos en la preparación de alimentos.

Mencionó que nada de esto sería posible sin su apreciable esposa, Elda María del Carmen Chi, pilar de la familia y con quien incursionó en el negocio, y que hoy es la encargada de los guisos y dar el punto de sabor.

Satisfecho

Declaró lo anterior cuando se encontraba en el proceso de amarre de los tradicionales tamales, labor que señaló como cansada y laboriosa, aunque satisfecho por hacerlo con amor y dedicación, lo que consideró ha mantenido el negocio 100 por ciento familiar.

Marcelo Tinal destacó que a la largo de su trabajo ha conocido personas que le piden ingredientes raros, como huevos y frijol ixpelon; sin embargo, el cliente siempre tiene la razón.

Aclaró que en la actualidad cada jueves son de pibipollos y domingos de cochinita pibil, son estos dos únicos días que se dedican a este comercio.

Sobre los ingredientes, dio a conocer que en los dos platillos se ocupan los mismos que cualquier familia utiliza, a diferencia que en su caso es el amor lo que da el “sazón”.

Al final, comentó que espera que con el paso de los años sus hijos continúen con este legado y tradición, ya que están familiarizados con la receta familiar que les dejaron abuelos. 

Por La Redacción