Autoridades sanitarias en Campeche advierten sobre el riesgo de festejar el Día de Muertos

La Secretaría de Salud de Campeche indicó que la conmemoración del Día de Muertos con las visitas a cementerios y mercados, además de las reuniones, son una amenaza a la salud.
lunes, 19 de octubre de 2020 · 06:55

La conmemoración del Día de Muertos con las visitas concurridas a cementerios, a mercados y supermercados, y las reuniones familiares para la preparación de los pibipollos y dulces tradicionales, son una amenaza a la salud de todos, advirtió la Secretaría de Salud (SSa) del estado. Además, la ciudadanía ha incrementado la movilidad sin guardar la Sana Distancia.

El Subdirector de Prevención y Promoción de la Salud, Manuel Moreno Martínez, reconoció que la movilidad social es alta en todo Campeche y a esta situación se le suman retos sociales a enfrentar con responsabilidad y medidas preventivas.

Señaló que el evento cultural más cercano es la conmemoración del Día de Muertos y aseguró que los festejos alusivos son una amenaza a la salud de todos.

Por ello, pidió respetar las medidas de restricción social que se han señalado, así como las recomendaciones de higiene y Sana Distancia.

“Es por tú salud y la de todos; el riesgo de contagio de coronavirus en comidas y reuniones familiares, la convivencia, las visitas a familiares o la celebración de eventos especiales como cumpleaños y el Día de Muertos, supone un riesgo importante de contagios”, sentenció.

“Celebramos con la falsa sensación de seguridad que nos produce estar precisamente en familia, lo que nos invita al exceso de confianza y relajar nuestra conducta; es importante destacar que un alto porcentaje de los casos registrados corresponde a epidemias familiares”, reiteró.

Reveló que atienden y vigilan a los integrantes de dos familias en Carmen y una en Campeche, con casos confirmados, derivados de celebraciones que sostuvieron y que han puesto en riesgo de enfermar a un mayor número de familiares y amigos.

Responsabilidad

La responsable participación,  el cumplimiento de las medidas higiénicas y el distanciamiento son en extremo necesarios para controlar la situación epidemiológica de la pandemia que continúa como el mayor problema de salud en el mundo.

“Por ello también, a todos aquellos que asisten a los sitios públicos ya permitidos les hacemos un llamado para que cumplan con la obligatoriedad del uso del cubrebocas; trotar o caminar en el malecón de nuestras ciudades, parques y espacios deportivos sin el cubrebocas es faltar a una obligación y atentar contra la salud pública”, compartió.

Finalmente, dijo que el color del semáforo es responsabilidad de todos, “con nuestras acciones, las que hacemos o las que omitimos; debemos hacer costumbre el lavado de manos con agua y con jabón o con gel antibacterial, el guardar la Sana Distancia de por lo menos metro y medio de otras personas, utilizar adecuadamente el cubrebocas y estornudar o toser en la parte interna del codo”.

Movilidad

En la ciudad lucen calles abarrotadas, los comercios a tope con las afluencias permitidas, el flujo de automóviles y parques llenos de infantes.

La SSa ha manifestado que la semaforización en Verde no significa que el virus haya desaparecido y que por ende esté permitida la relajación de las medidas, sino que la enfermedad sigue activa y podría ocasionar rebrotes.

Y es que en las calles no sólo se observan jóvenes, sino familias enteras, entre ellos menores de edad y personas adultas mayores, mismos que se encuentran entre los grupos sociales considerados como de alto riesgo.

Adicional a ello, la SSa ha pedido que este sector poblacional se abstenga de salir, pues con la llegada de la temporada invernal podrían contagiarse de otras enfermedades que los debiliten y propicien complicaciones de contraer COVID-19.

Como se recuerda, desde el lunes 28 de septiembre el estado se encuentra en el color Verde del Semáforo de Riesgo Epidemiológico, que significa riesgo bajo y marca el retorno a la Nueva Normalidad, pero insiste la Secretaría de Salud de que los campechanos no deben confiarse.

Por Jorge Chan