ESCARCEGA, Cam., 13 de febrero.- Cuando fue comisario ejidal Manuel Aguilar Compañ protagonizó un crudo enfrentamiento verbal y público con su padre, el exferrocarrilero Francisco Aguilar Sandoval, mediante acusaciones mutuas de invasión de predios, y ayer este logró ganar la partida a su vástago y a su nuera, ya que mediante una orden judicial fueron desalojados de una casa que ocupaban en la colonia Jesús García Corona.
Manuel Aguilar Compañ y su esposa, Emilia del Socorro Licona Anguiano, de mala fe querían despojarlo de esa propiedad, luego de que le pidieran prestados los papeles de la misma para sacar un préstamo y, ayer por la mañana, tras el resolutivo de un juicio que llevaba años en los tribunales, finalmente se ejecutó la orden de desalojo del predio en disputa, ubicado en la calle 33, entre 34 B y 36 A de la citada colonia.
La denuncia fue promovida por Francisco Aguilar Sandoval, ya que éste asegura que de buena fe les dio a su hijo y a su nuera los documentos del predio para que lo hipotecaran para un préstamo ante el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), confiado en que se trataba de su familia, pero al terminar de pagar ese préstamo los documentos no le fueron devueltos.
El 29 de enero del presente, explicó, el juez primero mixto de la primera instancia civil-familiar-mercantil y oral mercantil del Tercer Distrito Judicial del Estado, Felipe de Jesús Segovia Pino, dictó el auto, y aunque los demandados interpusieron un recurso de apelación contra la sentencia interlocutoria, lo hicieron fuera de los tiempos que concede la ley para dar contestación al mismo.
Así, de conformidad con los artículos 810, 812, 843 y 865 del Código de Procedimientos Civiles del Estado en vigor y a fin de dar cumplimiento a la sentencia dictada en este juzgado, se comisionó a una actuaria adscrita a ese juzgado para poner a disposición de la parte actora el bien inmueble, ayer 13 de febrero del 2019, a las 10 horas, a la parte actora, Francisco Aguilar Sandoval, mejor conocido como “Pancho Quesho”.
(Texto y fotos: Martín Contreras)