La delegada estatal de la Comisión de los Derechos Humanos “Insurgentes de la República Mexicana” ONG, Cleotilde Herrera Díaz, dijo ayer en conferencia de prensa que esta ONG se deslinda de toda responsabilidad acerca de las despensas que ofrece Romana Padilla, que se hace pasar como coordinadora de esta agrupación, pues en la ONG esa señora no tiene nada que ver; y que las personas que le pagaron por las despenas, que vayan con ella de forma directa para aclarar la situación.
Señaló que actualmente existe un promedio de tres mil personas en todo el municipio que le pagaron a Romana Padilla las despensas a nombre de la ONG; situación que se puede considerar un abuso de confianza, porque la agrupación “Insurgentes de la República Mexicana” no tiene nada que ver con las despensas y que Romana Padilla afronte la situación; y que las personas que pagaron esas despensas, que vayan directamente con Romana a exigir la devolución de su dinero, o que les otorguen las despensas.
“Me insultan”
Herrera Díaz sostuvo que ante las acciones de Romana, ella como delegada de la ONG ha estado recibiendo llamadas, con descalificaciones, con insultos, y como se encuentra cansada de esta situación hace de conocimiento público que “Insurgentes de la República Mexicana” no tiene nada que ver con las despenas y que Romana afronte sus responsabilidades que contrajo con las tres mil personas a quienes le vendió las despenas que anduvo ofreciendo en todo el municipio de Carmen.
“Es muy lamentable la situación de las despensas en las que han involucrado a la Comisión de los Derechos Humanos ‘Insurgentes de la República Mexicana’ por la señora Romana Padilla, pues esa persona no pertenece a esta organización; a esa señora la conocí en una gira de trabajo en la ciudad de San Francisco de Campeche, y en un viaje a la Ciudad de México, en la toma de protesta de los diputados federales se ofreció acompañarnos, pero jamás me imaginé que llevara otro tipo de intención”, aseguró Herrera Díaz.
Habría un cómplice
Manifestó que en el Congreso de la Unión, al lado de Romana se sentó una persona del sexo masculino, a quien desconoce, pero Romana entabló una plática con él, mientras que Derechos Humanos “Insurgentes de la República Mexicana” estuvo sobre el evento, pues no fue en busca de apoyos que vengan a Carmen, porque en ese momento no era el trabajo que estaban haciendo.
Indicó que Romana salió del evento junto con ese señor, supuesto líder de una fundación, y horas después cuando estaba a punto finalizar el evento llegó Romana diciendo que había negociado unas despensas a 23 pesos, pero que en la Isla la iba dar a 60 pesos por la logística que se llevará a cabo.
Pidió prudencia
Continuó que al escuchar lo anterior, le dijo a Romana Padilla que no debe confiar en una persona que estaba conociendo, y que lo mejor es que se lo presentara al presidente de la Comisión de Derechos Humanos “Insurgentes de la República Mexicana”, Víctor Luna Hernández. En ese lugar se encontraba el representante del Centro Regional de los Derechos Humanos (CEREDEH), Romana dijo que no le iba a comentar nada a esa persona, porque a ella le interesaba esta organización de Víctor Luna.
Motu proprio
Agregó que cuando fueron a saludar al presidente del Consejo Internacional de los Derechos Humanos, estaba don Víctor Luna, y ella le insistió a Romana que le hiciera de conocimiento a Víctor lo que pretendía hacer o estaba haciendo, pero Romana Padilla manifestó que va trabajar de forma directa con la persona que había conocido, y que laborará con cuatro fundaciones, y no supo decir los nombre de las organizaciones.
“Al día siguiente en Carmen, varias personas de la organización que represento comenzaron a preguntar qué había de cierto de las dichosas despensas, porque Romana manifestaba que era coordinadora de los Derechos Humanos ‘Insurgentes de la República Mexicana’, y les manifesté que no era verdad”, añadió.
Fuera de control
Dijo que hasta la fecha de hoy los ciudadanos se están quejando porque no llegaron esas mercancías. Por esta situación la gente le llama para insultarla y exigir que le devuelva el dinero, y ya no 60 pesos, sino lo que ella les prometió que la despensa tenían un valor de mil 200. “Se me hace injusto, porque ninguna de las personas que pagaron los 60 pesos acudieron a la oficina de esta ONG, sino que acudieron con ella, de modo que les digo a esas personas que esta organización se deslinda de toda responsabilidad y que vayan al domicilio de Romana para que le pidan su dinero
(Texto: Fernando Kantún/Foto: Fernando Kantún/Especial)