* Es capaz de imponer el terror en plena tarde en una de las ciudades más importantes del país; de retar al Gobierno Federal con demostraciones de fuerza y violencia; de desaparecer jóvenes, asesinarlos y disolverlos en ácido “por error”
* Es la última organización que el Gobierno Federal tiene en la mira, con el líder Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, como su principal prioridad
CIUDAD DE MEXICO, 6 de noviembre (HUFFPOST MEXICO).- Le llaman el “cartel del sexenio” y no es para menos. Es capaz de imponer el terror en plena tarde en una de las ciudades más importantes del país; de retar al gobierno federal con demostraciones de fuerza y violencia; de desaparecer jóvenes, asesinarlos y disolverlos en ácido “por error”; de convertir territorios que antiguamente eran considerados tranquilos en los primeros lugares en asesinatos; y de arrebatar las rutas de distribución de drogas que por años dominaron otros grandes carteles. Este es el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la última organización que el gobierno federal tiene en la mira, con el líder Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, como su principal prioridad.
El lunes 21 de mayo, el exfiscal de Jalisco y quien en ese momento se desempeñaba como secretario del Trabajo del estado, Luis Carlos Nájera, sufrió un atentado cuando salía de un restaurante exclusivo de Guadalajara. En una zona transitada, en plena tarde, un comando disparó contra él y sus escoltas, dejando un saldo de siete personas heridas, entre ellos tres policías.
Ese día, en represalia por la detención de seis integrantes del CJNG involucrados en el ataque al exfiscal, cuatro hombres prendieron fuego a un camión de la ruta 707 que circulaba por Avenida las Torres y Mariano Otero, en Guadalajara. Lo que parecía un bloqueo más por parte de las organizaciones criminales, terminó convirtiéndose en el terror, pues cuando incendiaron el autobús no alcanzaron a descender del vehículo Elizabeth de la Rosa ni Alexis Tadeo Velázquez de la Rosa, su bebé de ocho meses de edad. El bebé falleció por las quemaduras, mientras que la madre lucha por vivir en un hospital de la entidad.
Este crimen conmocionó al país, como sucedió un mes antes, cuando la Fiscalía General del Estado de Jalisco informó que los estudiantes de cine Javier Salomón Aceves, Jesús Daniel Díaz y Marco Francisco Ávalos –quienes fueron secuestrados el 19 de marzo cuando regresaban de grabar un cortometraje– fueron asesinados y disueltos en ácido por miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación. De acuerdo con la Fiscalía, los alumnos de la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV fueron asesinados porque fueron confundidos con miembros de otro cartel. Así, sin más, les apagaron los sueños y destrozaron a sus familias.
Para Juan Carlos Montero, profesor de cátedra de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, el intento de ejecución del exfiscal es evidencia de que al cartel no le preocupa atentar contra un funcionario de primer nivel del estado de Jalisco en pleno centro de la ciudad. “Es una muestra de fuerza por parte del cartel y el esfuerzo del gobierno federal para tratar de demostrar que están enfrentando al CJNG”, explica Montero en entrevista con el HuffPost.
El gobierno del estado respondió al otro día —22 de mayo— con la detención de seis de los presuntos responsables de la agresión al exfiscal. Una semana después, el domingo 27 de mayo, la Secretaría de Gobernación confirmó la detención de Rosalinda “N”, esposa de Nemesio Oseguera, así como de Gerardo “N”, El Cachas, señalado como uno de los principales operadores del CJNG en los estados de Guanajuato y Michoacán, y de Javier “N”, El Peque, proveedor de precursores químicos.
Juan José, el Abuelo, Farías Álvarez, exlíder de las autodefensas y quien presuntamente está vinculado con el cartel también fue detenido en Tepalcatepec, Michoacán, aunque días después fue liberado por un juez de control tras haber sido detenido de manera ilegal, ya que la Procuraduría General de la República (PGR) solo pudo acreditar el delito de portación ilegal de arma de fuego, pero no los de narcotráfico y homicidio doloso.
Estas importantes detenciones, principalmente la de Rosalinda –quien era la administradora de los recursos económicos del grupo–, “son una muestra de que el gobierno federal está tratando de cercar al Mencho”, de acuerdo con Montero, aunque advierte que no queda claro cuál es el trabajo de inteligencia del gobierno, pues considera que “no ha tenido la capacidad de desintegrar totalmente a la organización”.
La desaparición de los jóvenes, las balaceras y el atentado al exfiscal nos demuestran la fuerza que sigue teniendo el cartel.-Juan Carlos Montero, profesor del Tec.
El análisis de Montero coincide con el del director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas, quien explica que el Cartel Jalisco Nueva Generación más que debilitarse, se ha consolidado. “Es el que ha ganado más poder y ha empleado violencia incluso contra la sociedad”, explica al HuffPost.
Desde hace tres años, el CJNG ha demostrado gran capacidad de violencia, inclusive contra las fuerzas armadas. En mayo de 2015, cuando arrancó el Operativo Jalisco lanzado por el gobierno federal –con participación de las Fuerzas Armadas, la Policía Federal, la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen)– para reducir los índices delictivos en Guadalajara y Colima. En esos días, el Cartel Jalisco Nueva Generación respondió derribando un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con un lanzacohetes soviético.
El intento de asesinato del exfiscal tampoco es nuevo para el cartel. El 9 de marzo de 2013, el recién nombrado secretario de Turismo de Guadalajara, Jesús Álvarez Gallegos, fue asesinado cuando viajaba en su camioneta en Colinas de San Javier, Zapopan, según reportó Milenio. Jonathan García, uno de los presuntos asesinos del secretario, declaró tras su captura en 2014 que Nemesio Oseguera mandó matar a Gallegos porque lavaba dinero para Los Caballeros Templarios y supuestamente le daría entrada a este cartel rival para apoderarse de la entidad.
La estrategia fallida
Juan Carlos Montero considera que la estrategia de descabezar a las organizaciones criminales “de ninguna manera funciona, lo que genera es una guerra al interior del propio cartel por ocupar estos espacios”, aunque reconoce que el gobierno de Calderón se esforzó en desmantelar también la estructura de estos grupos.
En cambio, el analista Raúl Zepeda Gil, argumenta que lo que provocó el aumento de la violencia en los últimos años “fue la estrategia de Felipe Calderón”, al hacer operativos conjuntos con el Ejército y detenciones como las que hemos estado viendo de liderazgos de organizaciones criminales. “La combinación de estos dos factores creó un conflicto armado entre las organizaciones criminales y contra el gobierno”, explica en entrevista con el HuffPost.
Entre 2007 y 2017, México pasó de una tasa de 9.34 homicidios por cada 100 mil habitantes a una de 20.52. El año pasado fue el año con más asesinatos en los últimos veinte años, con 25 mil 340, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
“Desde el sexenio de Calderón para acá es todo un proceso de recrudecimiento de este conflicto”, dice Zepeda Gil.
Para el director del Observatorio, Francisco Rivas, “los descabezamientos no han garantizado absolutamente nada”, pues no terminan de desarticular a los grupos criminales, como sucede en Italia que cuando golpean a los grupos del crimen organizado, “los golpes terminan con la detención de 300 personas.”
Francisco Rivas cree que las detenciones de altos mandos del grupo criminal son necesarias, pero debe acompañarse de otras acciones como “afectar la estructura financiera de los delincuentes, poner en evidencia el modus operandi y reaccionar cuando el grupo opera”.
El gobierno federal ha presumido la detención de personas que son parte de la “lista de 123 objetivos prioritarios”. Aunque el gobierno no proporciona mayor información, por solicitudes de transparencia Animal Político encontró que solo cuatro de 100 objetivos prioritarios detenidos han sido sentenciados en el gobierno de Enrique Peña Nieto. De los demás, “no hay certeza de que todos los restantes sigan presos o en proceso”.
El gobierno (de Enrique Peña Nieto) es muy poco transparente con esta información.-Raúl Zepeda Gil, analista en seguridad.
Pese a la poca información que se tiene sobre los objetivos prioritarios, analistas consideran que la estrategia de descabezamiento de los grupos terminó beneficiando al que hoy está en mira del gobierno. Zepeda Gil cuenta que el Cartel de Jalisco creció a lo largo del sexenio de Calderón a partir del declive del Cartel de Sinaloa, que estaban en guerra con el Cartel de los Beltrán Leyva. “Después cuando se desmantela la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios es la segunda fase en la que tienen una expansión, y la tercera cuando el gobierno comienza a expulsar a Los Zetas de toda la región del sureste del país”, explica Zepeda Gil.
El descabezamiento no solo genera mayor violencia por la guerra desatada al interior de los carteles, con otros grupos y contra las fuerzas armadas, sino que termina por modificar las rutas del narcotráfico y convertir territorios relativamente pacíficos en sitios muy violentos, como Colima, que pasó de tener 30 homicidios en 2007 a tener 700 asesinatos en 2017, un aumento en la tasa de homicidios de 4.86 a 93.61 en tan solo diez años, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
“Las tasas de homicidio ahorita en Michoacán, en Jalisco y sobre todo en Colima son muy altas. Lo que está haciendo Nemesio (Oseguera Cervantes) es todo una ruta de distribución de los puertos, del puerto de Lázaro Cárdenas hacia la zona centro y norte del país”, explica Raúl Zepeda y advierte que es muy probable que ellos sean también los causantes de la creciente violencia en Guanajuato.
El crecimiento del CJNG
El origen del CJNG es el Cartel del Milenio, una organización criminal que funcionaba en Michoacán, que se dedicaba al tráfico de drogas y su principal modo de operación era el trasiego de drogas por el puerto de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, explica Raúl Zepeda Gil.
Insight Crimeexplica que “hacia el año 2010, tras la muerte de Nacho Coronel y la captura del líder del Cartel del Milenio, Óscar Orlando Nava Valencia, El Lobo, el Cartel del Milenio se dividió en dos facciones: Los Torcidos y La Resistencia. Estas dos divisiones iniciaron una batalla por el control del narcotráfico en Jalisco, y Los Torcidos derivaron en lo que actualmente es el CJNG, con El Mencho como su líder”.
El Cartel Jalisco ha crecido aprovechando los espacios que han dejado los otros carteles gracias a la estrategia de descabezamiento, aunque también porque tiene una particularidad muy cercana a Los Zetas, además del nivel de violencia empleado. “Es posible que haya exintegrantes de las fuerzas armadas y de guerrillas en ellos”, explica Zepeda Gil.
“Si ves los videos donde aparecen ellos, todo el set parece de guerrilla, si tú lo comparas con un video de ETA o del EPR es exactamente lo mismo. Ellos tienen un modus operandimuy cercano al de Los Zetas. También han tenido muchas capacidades para imponerse en el territorio, de maneras mucho más violentas de lo que tradicionalmente hacía el Cartel de Sinaloa y otras organizaciones”, dice.
El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, declaró tras el ataque al exfiscal que el CJNG tiene presencia en otras 20 entidades del país, aunque según un análisis del centro Insight Crime, controla siete estados de la República: Baja California, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Guanajuato y Veracruz.
Para consolidarse, el “cartel del sexenio” ha usado varios recursos como la inserción en conflictos preexistentes para consolidarse, capacidad estratégica y militar, así como una retórica de autodefensa, con todo y recursos propagandísticos, explica Insight Crime. Además del terror, como en el caso de los estudiantes de cine y del camión incendiado con personas adentro.
Lo peor de todo es que de acuerdo con Zepeda Gil, el objetivo del gobierno no es bajar violencia, sino cumplir con detenciones de líderes de organizaciones criminales por tráfico de drogas.
“Ellos están cumpliendo su objetivo, cumplen con sentencias, detenciones y con la estrategia global de persecución al régimen de drogas. El objetivo del gobierno no es bajar violencia. Estas estrategias están probadas que causan violencia. No hay que pensar que el gobierno lo ofrezca así”, concluye.