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Los escándalos dentro del circuito pesquero en Progresovolvieron a salir a la luz, ahora con un par de operativos en el que están envueltas dos embarcaciones que traían casi media tonelada de mero de contrabando. Los integrantes de este gremio han desatado su malestar a través de diversos, pues desde inicios de año se habían llevado a cabo iniciativas para frenar la pesca ilegal.
Fue clave que durante la noche del martes se empleó un operativo de vigilancia marítimo a cargo de la Décimo Tercera Zona Naval con base en Yucalpetén para poder hallar el cargamento ilegal. Para ello se interceptó el navío de mayor embarcación y se procedió a realizar un cateo en el interior.
La especie eran pescados de escama tipo mero “rojo” y “negrillo”, los cuales se encuentran en un periodo de restricción total desde el último día de enero. Su esperada apertura para la captura legal, era justamente para este próximo lunes primero de abril.
Se averiguó que el barco fue llevado a una zona de atraque para que tenga intervención la Capitanía Regional de Puertos con sede en el puerto, organismo que, curiosamente, fue criticado por el gremio pesquero durante estos dos lapsos de veda de mero.
El caso fue llevado a cabo con un hermetismo total, aunque gracias a los agentes pesqueros de menor y mayor embarcación, trascendió que el buque de la actividad ilegal era de la línea “Tiburón”; sin embargo, se desconoce aún cuanto fue el pesaje total, aunque trasciende que era superior a los trescientos kilos de mero.
Los protocolos corresponden a una retención del producto en una congeladora que sea custodiada por las autoridades federales.
De igual forma, se abrió una carpeta para atender exclusivamente el caso, mismo que ye cuenta con la presión de varios representantes del circuito pesquero para que se apliquen las sanciones correspondientes.
Finalmente, la embarcación fue puesta a disposición de las autoridades correspondientes iniciando con ello un proceso donde los implicados o responsables, podrían ser acreedores de un castigo aún por definir, aunque ante la gravedad de las faltas, podrían incluso perder el derecho para retornar a la pesca.
Según el Código Penal Federal, se sanciona con prisión de uno a nueve años y multa de 300 a 3,000 días a quien capture especies acuáticas en veda, dependiendo diversos factores como los es el tonelaje con el que sean sorprendidos los pescadores furtivos.
Posteriormente y en un tiempo récord, menor a las 24 horas, la Secretaría de Marina a través de la Armada de México en colaboración con personal de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, informó se llevó a cabo un segundo aseguramiento de aproximadamente cien kilogramos de mero, que como ya se mencionó se encuentra en temporada de veda.
Esta acción se efectuó tras recibir una llamada al mando naval de dicho organismo, en donde por medio de la denuncia anónima se reportó este acto ilícito en el cual estaba envuelta una embarcación menor, que se encontraba a aproximadamente a dos millas náuticas (3.7 kilómetros) al norte de la comisaria de Chelem.
Por lo anterior, se ordenó el zarpe de una patrulla interceptora de la séptima flotilla, llevando a bordo a oficiales federales de pesca.
Al arribar al lugar, se procedió a inspeccionar dicha embarcación, encontrando que en la bodega almacenaba la cantidad mencionada.
Debido al hallazgo, se procedió a dirigir a puerto a la embarcación y tripulación para realizar el aseguramiento respectivo. También acudieron diversas dependencias policiacas a fin de que determine la situación legal de las personas involucradas.
Cabe señalar que la veda del mero es una medida establecida por la Conapesca para proteger el periodo reproductivo de esta especie y garantizar su disponibilidad para las futuras generaciones de pescadores, representantes del gremio pesquero y consumidores.
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