De la Redacción
Una mujer con cinco meses de embarazo, otra más de la tercera edad diabética y un hombre también de edad, que está quedando invidente, fueron golpeados por policías municipales, quienes irrumpieron de manera violenta varios domicilios en la Región 99, otro hombre resultó herido con un disparo realizado por los uniformados que hicieron uso de su fuerza para detener a cinco personas, entre ellas mujeres, luego de que los oficiales fueran enfrentados por los vecinos, quienes vieron como una patrulla atropellaba a una motociclista e intentaban inculparla, los policías al verse superados en número activaron el código rojo solicitando refuerzos supuestamente por la presencia de hombres armados, alrededor de 20 patrullas y motopatrullas comenzaron a correr entre las calles, mientras otros por los techos de las casas iban realizando disparos, sin importar la presencia de personas, entre ellos niños, a ninguno de los detenidos se les encontró un arma de fuego, y una de las mujeres detenidas fue la que minutos antes había sido arrollada.
Como cada fin de semana, familias de la Región 99 se encontraban conviviendo dentro y fuera de sus domicilios, cuando de acuerdo a los testigos alrededor de las 17:15 horas, una patrulla de la Policía de Quintana Roo golpeó a una motociclista, quien circulaba con preferencia de paso, en la calle 6 con avenida 137, luego de que la mujer cayera al suelo los uniformados antes de brindarle atención para saber si estaba lesionada, comenzaron a inculparla, acción que hizo que los testigos reaccionaran contra los municipales; mientras la gente les decía que no fueran abusivos con ella los ánimos comenzaron a calentarse y antes de actuar como autoridad y calmar la situación, los uniformados comenzaron a cortar cartucho, cosa que enojó y decepcionó a los vecinos por sentirse amenazados por el actuar de las autoridades.
La gente reaccionó con insultos y golpes contra una de las patrullas de los policías, de quienes ya esperaban todo, y escondiendo el temor de que les fueran a disparar les pedían que soltaran a la mujer, de quien no sabían si estaba lesionada luego del golpe con la patrulla, pero como respuesta fueron apuntados con las armas de cargo; debido a que había niños quienes se encontraban jugando y que también habían sido testigos del accidente vial, las personas les pedían que ya se retiraran pero, al parecer, el problema lo hicieron personal y los policías activaron el código rojo por la supuesta presencia de hombres armados, tratando de atacar la patrulla.
El ruido de las sirenas de las patrullas que se iban acercando puso en alerta a los vecinos, algunos ingresaron a sus domicilios y desde el interior seguían defendiéndose, otros se quedaron en la misma calle y quienes no estaban enterados del problema comenzaron a salir y más cuando escucharon disparos.
Alrededor de 20 patrullas o más, entre ellas motopatrullas, comenzaron a llegar y recorrer las calles de la misma región, todas excediendo los límites de velocidad, en cada esquina se podían ver a las personas mirando hacia la calle 6 donde los policías comenzaron a ingresar a los domicilios por la fuerza, en uno de ellos fue necesario que golpearan a una mujer con cinco meses de embarazo para que no les obstruyera el paso, a una mujer de la tercera edad diabética, un hombre de avanzada edad con problemas en la vista y a una joven, quien protegía a una niña de escasos cuatro años de edad, ya que supuestamente en ese domicilio se habían refugiado personas.
El despliegue policíaco se dio por varias calles, algunas patrullas recorrían los alrededores, otras obstruían las calles impidiendo el paso de vehículos y policías a pie, corrían por los techos de las casas y realizaban disparos al aire para que sus supuestos blancos se detuvieran, incluso una unidad chocó contra un taxi en el cruce de las avenidas Andrés Quintana Roo y 135 cuando acudía al auxilio.
A unas casas donde se estaban realizando los disparos, había una fiesta infantil donde un payaso amenizaba el cumpleaños de una niña, el portón adornado con globos rosas y blancos fue cerrado de inmediato, y sólo se podía escuchar al payaso que insistía a los asistentes al convivio a no prestar atención a los disparos, “estamos en la fiesta no hagan caso de los disparos háganme caso a mi, ya la policía se encargará de detener a los responsables”, sin imaginar que las detonaciones eran provocadas por los uniformados y que pudieron ser víctimas de una bala perdida.
Los policías sacaron de sus casas a tres hombres y se los llevaron detenidos, uno de ellos lesionado con un disparo, dos mujeres, entre ellas la que habían atropellado fue subida por la fuerza a una patrulla y su esposo, quien trató de evitar su detención a cambio recibió un cachazo a la altura del ojo derecho, por lo que poco a poco las patrullas comenzaron a retirarse del lugar, para proceder conforme a la ley.